domingo, 6 de marzo de 2011

Al cole a jugar


A veces me gustaría hacer un estudio profundo sobre el juego de los niños y las niñas, en especial los juegos espontáneos y en grupo.
Observando las plazas, parques y lugares de socialización de los niños y niñas fuera de la escuela, tengo la sensación de que ya no se juega.
Recuerdo cómo eran las plazas y las calles en mi infancia: Grupos de edades y genero diferentes se organizaban para jugar a las bolas, al trompo, los cromos, la comba, diferentes tipos de teje, poli y ladrón, chicharito la haba, los toreros o la matá. Aprendías a jugar jugando con los mayores como "cascarón de huevo", es decir, te adaptaban las reglas hasta que fueras cogiendo habilidad. Se jugaba al salir del cole, con la merienda (pan de pueblo con chorizo o chocolate) en la mano y temiendo que te llamasen para entrar en casa a hacer los deberes. Se jugaba aceptando perder tu bola "butre" con alguien más habilidoso que tú y observando "las mañas" de los más aventajados. Se jugaba esperando el turno en una cola larguísima para saltar dos veces y volver a esperar con paciencia,... En fin se aprendían valores y normas de conducta social sin que nadie te las enseñara, jugabamos en libertad.
La situación actual es muy diferente. Además de la evidencia de que hay menos criaturas (yo soy fruto del baby-boom de los 60)las que vemos en parque o plazas están bajo la ferrea vigilancia de un adulto que constantemente les acompaña, riñe al niño/a que no deja al suyo subir al columpio, le limpia la cara y las manos 50 veces con toallitas desinfectantes y le lleva la merienda (dos petisuis y un sandwich de paté hecho con pan de molde "sin corteza") para que no se le caiga mientras juega. Los juegos no pueden ser más pobres: subir y bajar de los cacharritos los más pequeños, ¿y los mayores?... A los mayores los podemos encontrar, espoleados por el adulto de turno, imitando las acciones y gestos de las estrellas del deporte, o no están, porque se han sentado en el banco junto a mamá con su DS. A algunos los han apuntado a clases en un polideportivo. ¿A esto se le puede llamar jugar?
Como resultado, hoy nos encontramos en el colegio muchos niños y niñas reyes y reinas de su casa, que no soportan la frustración momentánea de perder en un juego con otros niños y niñas, que no aceptan las reglas acordadas, que quieren ser constantemente el centro de atención del juego, que pasan el recreo vagando por el patio sin mas interés que molestar a aquellos que con más iniciativa se han organizado para divertirse. También encontramos a muchos con el síndrome del campeón o campeona, que muestran todo su despliegue de habilidades ante los demás sólo para lucirse y humillar al resto, sin el más mínimo espíritu de equipo. Son estos también los que no participan en las clases de E.F. porque ya entrenan varias veces por semana...
En conclusión, opino que la "cultura del juego" se está perdiendo y que si en las escuelas, en las clases de E.F. principalmente,no apostamos muy fuerte por recuperarla, nuestra sociedad va a eliminar uno de los principales elementos culturales de socialización del que ha dispuesto durante siglos.
Habrá que empezar a descubrir a los niños y niñas esos juegos que nos engancharon siempre y animarlos después a adueñarse de ellos en ese "tercer tiempo pedagógico" y hacer ese papel de animadores y guías de los demás.
Jugar es la tarea esencial para el desarrollo de las competencias de nuestros las niños y niñas. Seamos conscientes de ello y.. ¡Al cole a jugar!

1 comentario:

  1. Creo que a jugar se aprende jugando y nuestros niños no juegan lo suficiente. Los adultos imponemos horarios, amigos, espacios...
    ¿cómo aprendíamos los juegos populares? pues a través de la coeducación : nos lo enseñaban los mayores. Ahora, no se quiere que los niños pequeños se mezclen con los mayores y, a veces, con razón (el pez que se muerde la cola)

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